LA SELECCIÓN INTELIGENTE Y CONCIENTE EN EL GALLO NAVAJERO PERUANO

LA SELECCIÓN INTELIGENTE Y CONCIENTE EN EL GALLO NAVAJERO PERUANO



Si vamos a hablar de la “selección”, creo que en primer lugar tenemos que tener un conocimiento cabal del mismo, existen muchos aficionados que siempre se andan preguntando el por qué de sus fracasos y el no entendimiento o solución a los problemas que se les presenta en el plantel de ejemplares en un galpón, y siempre escuchan decir “HAY QUE TENER UNA BUENA SELECCIÓN”, pero ¿entenderán o sabrán que significa?, si uno no conoce ni lo más básico de una posible solución a un problema, jamás así la tenga frente a las narices, la podrá aplicar con criterio y así solucionar dicho problema.



La SELECCIÓN inteligente y conciente (como yo la llamo) es un proceso por la que el criador ( a su criterio) elige, separa, prefiere, acopia, escoge dentro de un lote de animales para que cumplan (estos elegidos) la preponderante función (vital) de ser los padres que engendren la siguiente generación de ejemplares dentro de un galpón. Es así que estos “elegidos” son la culminación de todos los factores y características ideales y más sobre salientes en una población determinada dentro de un galpón. Es en esta “elección” donde nos jugamos el iniciar con éxito o no los futuros resultados dentro de la crianza del gallo de combate. Ahora bien, también tendremos que tener los conocimientos y la apreciación muy bien definida para “seleccionar” a estos ejemplares reproductores, como ya se ha dicho la “gallina madre” y el “padrillo” son las dos columnas pilares donde descansará toda la estructura del galpón y el reflejo de lo que somos como criadores o encastadores.



Un proceso de SELECCIÓN solo puede ser de dos maneras, la llamada “selección natural” en donde la madre naturaleza, con su sabiduría innata aplica diferentes axiomas y entelequias donde la prueba máxima es la supervivencia individual y al final de dicha evaluación solo los más actos y cuya fuerza tanto física como genética lograron perpetuar su existencia y erigirse sobre los demás cuya debilidad e ínfima calidad los sentenciaron al profundo y oscuro hades, donde el olvido coronarán su paso por este mundo. El otro proceso es la llamada “selección compuesta o inducida” donde el hombre es el que rige y sentencia los destinos de dichos ejemplares, es donde los criterios y desvelos buscan “al mejor entre los mejores” y sin misericordia ni miramientos elimina los pajarretos con características deficientes que no alcanzan a prolongar su vida y menos para procrear a los nuevos combatientes. Ahora bien, dentro de esta selección inducida el criador se esmera en elegir de manera puntual los diferentes caracteres y así repotenciar o amalgamar lo más superlativo en un ejemplar, es así que tendrá que utilizar el CRITERIO de selección, pero aplicará este criterio de forma muy clara y eficiente, sin dudas ni titubeos.



Ahora bien, solo podremos iniciar y llevar a una buena consecución el proceso de SELECCIÓN, si tenemos muy claro estos principios, primero y ante todo SABER QUE ES LO QUE QUEREMOS CRÍAR, es en este punto donde se separa y marca la línea media del CRIADOR del simple aficionado o ganapán empirista, si no se tiene bien definido el tipo de gallo que deseamos o gustamos, vamos definitivamente al fracaso o a la constante desilusión, como esos plumitas al viento que jamás se acentúan en un lugar o concepto determinado y siempre andan de salto en salto de un lugar a otro sin llegar jamás a ala meta trazada. El otro principio es saber DONDE ESTÁN las cualidades y factores superlativos que deseamos imprimir a nuestros ejemplares, para ello es fundamental conocer y agenciarse de verdaderos criadores cuya trayectoria y sobre todo “calidad moral” nos permitan acceder a un pie de cría inicial, que no necesariamente sea el tipo que a uno le satisfaga pero que reúna muchas de las cualidades que deseamos amalgamar y así poder construir nuestro propio prototipo y molde en nuestra crianza. Para ello debemos agenciarnos de los que SABEN, no de aquellos burrerines palanganas que solo muestran fantásticos registros y se desarman en historietas de sendos gallos y sendas líneas, que solo basta con mirar sus ejemplares y sus resultados, para darse cuenta del tremendo embauque que es, “la cría no miente”…jamás…si queremos comenzar…hay que hacerlo bien, con ejemplares de CALIDAD y comprobada CASTA, sino solo emularemos en el recuerdo eterno, acaloramientos, desilusiones y amargos momentos…sino se tiene la capacidad para iniciar una crianza con ejemplares de calidad, mejor conformase con ser mero espectador nada más. El último proceso será el tener la suficiente inteligencia y atinado concepto para saber CÓMO AMALGAMAR todos los recursos y factores superlativos en el lote de sementales y combinarlos de manera diestra para que el resultado sea el más optimo, en el que se reflejen las características superlativas del padre y la madre en la prole, sin dejar resquicio alguno al error o la justificación, en la crianza selectiva y sobre todo intachable NO EXISTE LA COMPENSACIÓN, decía don Fernando Graña Elizalde: “EL ÉXITO EN LA VIDA TIENE UN SECRETO, SI TÚ ACEPTAS SÓLO LO MEJOR, GENERALMENTE LO CONSIGUES”, los conformistas, mediocres, y gustosos de la chambonada solo enfrentarán la vergüenza de lo que tienen o crían. Los ultra selectivos, ávidos de conocimientos, esforzados , tenaces y apegados a lo correcto, solo enfrentarán la dulce sensación de la victoria y el éxito recompensado en la sublime sensación de que tu trabajo y tu crianza así lo demuestran día a día…” La CRÍA es el fiel reflejo del CRIADOR”.



Un gran abrazo amigos.



Enrique G. Meneses Carrillo